Problema nacional
Conjunto de relaciones culturales, económicas, jurídicas, sociales y lingüísticas establecidas en un mismo o contiguo territorio. El p.n. existe entre diferentes grupos etnoconfesionales que tienen autoconciencia nacional y defienden sus intereses comunes en oposición a los intereses de otras colectividades.
En la antigüedad y la Edad Media, con el predominio de la economía natural, la intensidad de relaciones entre los seres humanos perteneciente a tal o cual grupo étnico o confesional era relativamente baja y se compensaba con la supeditación a tal o cual gobernante que utilizaba la coacción extraeconómica como método principal para conservar o extender sus dominios que, por regla general, eran poliétnicos y muchas veces policonfesionales.
Solo en los tiempos modernos con la formación de mercados nacionales y como resultado de la revoluciones inglesa y francesa, se inicia la época de formación de los estados nacionales, en los cuales predominan una religión y lengua oficiales. Los conceptos "estado" y "nación" se fusionan definitivamente. Después de la disgregación de los imperios medioevales, a raíz de la Primera Guerra Mundial, el principio nacional en la construcción de los estados europeos y asiáticos fue aceptado incluso por comunidades poliétnicas (Europa Oriental, la U.R.S.S., Turquía, China).
Como consecuencia de la victoria sobre el fascismo en la Segunda Guerra Mundial y de la ampliación del movimiento de liberación nacional a los continentes de Asia, África y las zonas del Caribe y de Oceanía, el número de los estados aumentó de medio centenar a casi doscientos. Estos países, en su mayoría poliétnicos, también adoptaron aparentemente la forma de estado nacional (este criterio nacional adoptó, por ejemplo, la India) junto con el criterio del mantenimiento de las fronteras heredadas de la época del colonialismo. Esto permitió minimizar las dimensiones de los conflictos interétnicos e interconfesionales, pero no pudo erradicarlos.
Los casos de Yugoslavia, Paquistán, Sudán, Etiopía, Somalia, Ruanda y Burundi, Angola, las repúblicas postsoviéticas, etc., demuestran la agudeza del p.n. en nuestro tiempo.
Los conflictos nacionales de hoy son, en gran medida, resultado del colonialismo en diferentes manifestaciones, porque los imperios coloniales administraban sus territorios azuzando unos grupos etnoconfesionales contra otros. Ahora estos grupos y clanes quieren garantizar sus privilegios, mientras los grupos, clanes y comunidades que sufren su desigualdad son utilizados por las potencias extranjeras y agrupaciones aventureras y arribistas nativas para sembrar acciones armadas, actos terroristas y suprimir así a los jóvenes estados, ahogando su independencia. De este modo, el p.n. se ha convertido en una de las dificultades mundiales más apremiantes de nuestro tiempo.
El Nuevo .umanismo considera que los derechos humanos universales tienen prioridad con respecto a los valores excluyentes de una étnia, confesión, clan, tribu, raza, casta o cualquier otro grupo social. Los ciudadanos deben tener los mismos derechos independientemente de su origen étnico, confesional, racial, etc. La discriminación nacional debe ser prohibida y sus actos deben ser erradicados. Los criminales de guerra, autores de actos de etnocidio y terror religioso, deben ser entregados a los tribunales internacionales. Es necesario eliminar la bochornosa herencia colonialista y crear las condiciones necesarias para la vida decorosa de todos los pueblos del mundo.