Espacio de representación
Especie de "pantalla mental" en la que se proyectan las imágenes, formada a partir de los estímulos sensoriales, de memoria y de la actividad misma de la conciencia como imaginación. En sí mismo y además de servir de pantalla de proyección, está formado por el conjunto de representaciones internas del propio sentido cenestésico, por lo que corresponde exactamente a las señales del cuerpo y se lo registra como la sumatoria de ellas, como una especie de "segundo cuerpo" de representación interna. El espacio de representación tiene gradaciones en dos planos y, además, volumen y profundidad siendo esto precisamente lo que permite ubicar, según el emplazamiento de la imagen, si los fenómenos han partido del mundo interno o externo produciéndose, a veces, la ilusión de que la representación es externa al espacio de representación (siempre interno). A medida que se desciende de nivel de conciencia, aumenta en dimensión, profundidad y volumen, coincidentemente con el aumento del registro del intracuerpo y, a medida que se asciende a vigilia, tiende a aplanarse tomando distintas características según los niveles actuantes. El espacio de representación está sometido también a los ciclajes o biorritmos que regulan a toda la estructura humana.
No existe espacio de representación vacío de contenidos y es gracias a las representaciones que en él se formalizan que se tiene registro de sus actividades.