Cartas a Mis Amigos

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Libro de Silo incluido en el volumén I de las Obras Completas terminado de escribir en 1993.

= Explicación = [1]

Las Cartas a mis amigos fueron publicadas separadamente a medida que el autor las fue produciendo. Desde la primera escrita el 21/02/91 hasta la décima y última, redactada el 15/12/93, pasaron casi tres años. En ese tiempo ocurrieron transformaciones globales importantes en casi todos los campos del quehacer humano. Si la velocidad de cambio se sigue incrementando, como ha sucedido en ese lapso, un lector de las próximas décadas difícilmente entenderá el contexto mundial al que continuamente hace referencia el autor y, por consiguiente, no apresará muchas de las ideas que se expresan en estos escritos. Por ello habría que recomendar a los hipotéticos lectores del futuro tener a mano una reseña de los acontecimientos que ocurrieron entre 1991 y 1994; sugerirles obtener una comprensión amplia del desarrollo económico y tecnológico de la época, de las hambrunas y los conflictos, de la publicidad y la moda. Sería necesario pedirles que escucharan la música; vieran las imágenes arquitectónicas y urbanísticas; observaran los hacinamientos de las macrociudades, las migraciones, la descomposición ecológica, y el modo de vida de aquel curioso momento histórico. Sobre todo habría que rogarles que intentaran penetrar en los dimes y diretes de aquellos formadores de opinión: de los filósofos, sociólogos y psicólogos de esa etapa cruel y estúpida. Si bien en estas Cartas se habla de cierto presente es indudable que fueron redactadas con la mirada puesta en el futuro y creemos que únicamente desde allí podrán ser confirmadas o refutadas. En esta obra no existe un plan general sino más bien una serie de exposiciones ocasionales que admiten una lectura sin secuencia. Sin embargo, podría intentarse la siguiente clasificación: a) las tres primeras cartas enfatizan en las experiencias que le toca vivir al individuo en medio de una situación global cada día más complicada; b) en la cuarta se presenta la estructura general de las ideas en que se basan todas las cartas; c) en las siguientes se esboza el pensamiento político-social del autor; y d) la décima presenta lineamientos de acción puntual teniendo en cuenta el proceso mundial. Pasamos a destacar algunos temas tratados en la obra. Primera carta. La situación que nos toca vivir. La desintegración de las instituciones y la crisis de solidaridad. Los nuevos tipos de sensibilidad y comportamiento que se perfilan en el mundo de hoy. Los criterios de acción. Segunda. Los factores de cambio del mundo actual y las posturas que habitualmente se asumen frente a dicho cambio. Tercera. Características del cambio y la crisis con relación al medio inmediato en que vivimos. Cuarta. Fundamento de las opiniones vertidas en las Cartas sobre las cuestiones más generales de la vida humana, sus necesidades y proyectos básicos. El mundo natural y social. La concentración de poder, la violencia y el Estado. Quinta. La libertad humana, la intención y la acción. El sentido ético de la práctica social y la militancia, sus defectos más habituales. Sexta. Exposición del ideario del Humanismo. Séptima. La revolución social. Octava. Las fuerzas armadas. Novena. Los derechos humanos. Décima. La desestructuración general. La aplicación de la comprensión global a la acción mínima concreta. La carta Cuarta, de capital importancia en la justificación ideológica de toda la obra, puede ser profundizada con la lectura de otro trabajo del autor, Contribuciones al pensamiento (particularmente el ensayo titulado Discusiones historiológicas) y, desde luego, con la conferencia La Crisis de la Civilización y el Humanismo incluida en el libro Habla Silo. En la carta Sexta se exponen las ideas del humanismo contemporáneo. La condensación conceptual de este escrito hace recordar a ciertas producciones políticas y culturales de las que tenemos ejemplos en los “manifestos” de mitad del siglo XIX y XX, como ocurre con el Manifiesto Comunista y el Manifiesto Surrealista. El uso de la palabra “Documento” en lugar de “Manifiesto”, se debe a una cuidadosa elección para ponerse a distancia del naturalismo expresado en el Humanist Manifesto de 1933, inspirado por Dewey, y también del social-liberalismo del Humanist Manifesto II de 1974, suscrito por Sakharov e impregnado fuertemente por el pensamiento de Lamont. Si bien se advierten coincidencias con este segundo manifiesto en lo que hace a la necesidad de una planificación económica y ecológica que no destruya las libertades personales, las diferencias en cuanto a visión política y concepción del ser humano son radicales. Esta carta, extremadamente breve con relación a la cantidad de materias que trata, exige algunas consideraciones. El autor reconoce los aportes de las distintas culturas en la trayectoria del humanismo como claramente se observa en el pensamiento judío, árabe y oriental. En ese sentido, al Documento no se lo puede encerrar en la tradición “ciceroniana” como a menudo ha ocurrido con los humanistas occidentales. En su reconocimiento al “humanismo histórico” el autor rescata temas ya expresados en el siglo XII. Nos referimos a los poetas goliardos que, como Hugo de Orleáns y Pedro de Blois, terminaron componiendo el célebre In terra sumus, del Codex Buranus (o códice de Beuern, conocido en latín como Carmina Burana). Silo no los cita directamente pero vuelve sobre sus palabras. “He aquí la gran verdad universal: el dinero es todo. El dinero es gobierno, es ley, es poder. Es, básicamente, subsistencia. Pero además es el Arte, es la Filosofía y es la Religión. Nada se hace sin dinero; nada se puede sin dinero. No hay relaciones personales sin dinero. No hay intimidad sin dinero y aún la soledad reposada depende del dinero”. Es difícil no reconocer la reflexión del In terra sumus: “mantiene al abad el Dinero en su celda prisionero”, cuando se dice: “...y aún la soledad reposada depende del dinero”. O bien, “El Dinero honra recibe y sin él nadie es amado”, y aquí: “No hay relaciones personales sin dinero. No hay intimidad sin dinero”. La generalización del poeta goliardo: “El Dinero, y esto es cierto, hace que el tonto parezca elocuente”, aparece en la carta como: “Pero además es el Arte, es la Filosofía y es la Religión”. Y sobre esta última en el poema se dice: “El Dinero es adorado porque hace milagros... hace oír al sordo y saltar al cojo”, etc. En ese poema del Codex Buranus, que Silo da por conocido, quedan implícitos los antecedentes que luego van a inspirar a los humanistas del siglo XVI, particularmente a Erasmo y Rabelais. La carta que estamos comentando presenta el ideario del humanismo contemporáneo. Para dar una idea más acabada del tema nada mejor que consultar aquí Visión Actual del Humanismo, incluida en el libro Habla Silo. La Décima y última carta establece los límites de la desestructuración y destaca tres campos, entre tantos otros posibles, en los que ese fenómeno cobra especial importancia: el político, el religioso y el generacional, advirtiendo sobre el surgimiento de neo-irracionalismos fascistas, autoritarios y violentistas. Para ilustrar el tema de la comprensión global y de la aplicación de la acción al punto mínimo del “medio inmediato” el autor da ese fenomenal salto de escala en el que nos encontramos con el “vecino”, el compañero de trabajo, el amigo... Queda clara la propuesta en la que todo militante debe olvidar el espejismo del poder político superestructural porque ese poder está herido de muerte a manos de la desestructuración. De nada valdrá a futuro el presidente, el primer ministro, el senador, el diputado. Los partidos políticos, los gremios y sindicatos se irán alejando gradualmente de sus bases humanas. El Estado sufrirá mil transformaciones y únicamente las grandes corporaciones y el capital financiero internacional irán concentrando la capacidad decisoria mundial hasta que sobrevenga el colapso del Paraestado. ¿De qué podría valer una militancia que tratara de ocupar las cáscaras vacías de la democracia formal? Decididamente la acción debe plantearse en el medio mínimo inmediato y únicamente desde allí, sobre la base del conflicto concreto, debe construirse la representatividad real. Pero los problemas existenciales de la base social no se expresan exclusivamente como dificultades económicas y políticas, por lo tanto un partido que lleve adelante el ideario humanista y que instrumentalmente ocupe espacios parlamentarios tiene significación institucional pero no puede dar respuesta a las necesidades de la gente. El nuevo poder se construirá desde la base social como un Movimiento amplio, descentralizado y federativo. La pregunta que debe hacerse todo militante no es “quién será primer ministro o diputado”, sino más bien “¿cómo formaremos nuestros centros de comunicación directa, nuestras redes de consejos vecinales?; ¿cómo daremos participación a todas las organizaciones mínimas de base en las que se expresa el trabajo, el deporte, el arte, la cultura y la religiosidad popular?”. Ese Movimiento no puede ser pensado en términos políticos formales sino en términos de diversidad convergente. Tampoco debe concebirse el crecimiento de ese Movimiento dentro de los moldes de un gradualismo que va ganando progresivamente espacio y estratos sociales. Debe plantearse en términos de “efecto demostración”, típico de una sociedad planetaria multiconectada apta para reproducir y adaptar el éxito de un modelo en colectividades alejadas y diferentes entre sí. Esta última carta, en suma, esboza un tipo de organización mínima y una estrategia de acción acorde a la situación actual. Nos hemos detenido únicamente en las cartas cuatro, seis y diez. Creemos que a diferencia de las restantes éstas han requerido de alguna recomendación, alguna cita y algún comentario complementario.

Conferencia del Autor

Edicciones

Publicado en Estados Unidos de América por Latitude Press, 1993; en Chile por Virtual Ediciones, 1993; en Argentina por Centaurus Ediciones, 1993; en México por Plaza y Valdés, 1995

traducciones

Ha sido traducido en alemán, catalán, finlandés, francés, holandés, inglés, italiano, portugués, ruso

descargar el libro

Descargar el libro original: http://www.silo.net/system/documents/73/original/Cartas_es.rtf

Se puede descargar el libro en otras lenguas desde http://www.silo.net/es/collected_works/letters_to_my_friends

  1. traido de la introducción al Volumen I de las Obras Completas