Diferencia entre revisiones de «Principio de la acción inmediata»

De Humanipedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
(Página creada con «250px|right|'''“Si persigues un fin te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas”'''. Séptimo d...»)
 
Sin resumen de edición
Línea 7: Línea 7:




Ir al siguiente [[Principio de la acción comprendida]]


 
Anterior        [[Principio del placer]]
 
 
 





Revisión del 03:05 23 abr 2018

Prncpios7.png

“Si persigues un fin te encadenas. Si todo lo que haces lo realizas como si fuera un fin en sí mismo, te liberas”.

Séptimo de los doce Principios de Acción Válida.



Ir al siguiente Principio de la acción comprendida

Anterior Principio del placer


Explicación

Enseña a obtener beneficio de toda situación intermedia que nos lleva al logro de un objetivo. No dice que no deban existir fines, ya que la planificación de cualquier actividad se realiza en base a fines. Se está explicando que dado un fin cualquiera, todos los pasos que llevan a él, deben considerarse del modo más positivo posible. De otro modo, cualquier actividad anterior al logro del fin produce sufrimiento y por lo tanto, si es que el fin se logra, pierde sentido por el costo vital que representa el sufrimiento invertido en los pasos.

La siguiente leyenda describe los problemas que se presentan cuando no se tiene en cuenta lo inmediato por considerar solamente objetivos alejados de la situación que se vive.

Leyenda

Una lechera llevaba sobre su cabeza un jarrón grande de leche. Lo llevaba a vender al mercado del pueblo. “Aquí llevo un jarrón lleno de leche -se dijo-. Si viene una carestía obtendré por él cien rupias. Con esa suma podré tener dos chivas. Cada seis meses tendrán dos chivas más. Después de las chivas, vacas; cuando las vacas tengan crías, venderé los terneros. Después compraré búfalos; después yeguas. Las yeguas me darán abundantes caballos. La venta de éstos, significa abundancia en oro. El oro comprará una gran casa con un patio interior. Entonces, vendrá alguien a mi casa quien se presentará con una dote adecuada a mi posición y nos desposaremos. Tendremos un hijo al que llamaremos Señor Luna. Cuando tenga edad, vendrá corriendo hacia mí y se acercará demasiado a los caballos. Entonces, me enojaré y llamaré al padre para que saque a los caballos, pero como él andará en sus cosas no lo hará. Entonces yo me acercaré a ellos y los sacaré a puntapiés”. La lechera dio un mal paso en el camino al chocar su pie contra una piedra que no vio, tan preocupada como estaba con su ensueño, el jarrón cayó de su cabeza estrellándose contra el suelo y esparciendo todo su contenido.

Bibliografía

El Libro de la Comunidad Edición 2010


Ilustración: Rafael Edwards